15 julio, 2006

Metamorfosis

Confirmando la sospecha generalizada de que Andrés Manuel López Obrador no sólo fue la víctima de una despiadada guerra sucia desatada en su contra a partir de marzo del 2006 sino que también fue la víctima de un sofisticado fraude electoral cibernético ejecutado con la ayuda del Presidente del IFE Luis Carlos Ugalde (el cual fue recomendado para dicho puesto por la camaleónica Elba Esther Gordillo de acuerdo a una denuncia pública hecha por el mismo López Obrador, la cual a su vez fue expulsada del PRI el 13 de julio del 2006 al encontrársele culpable de haber incurrido en actos de traición en contra de dicho partido), Felipe Calderón y sus asesores de la Organización Nacional del Yunque se opusieron terminantemente desde el principio con la mayor necedad del mundo a un reclamo simple de la oposición: abrir los paquetes electorales de 50 mil casillas y llevar a cabo un segundo conteo con el fin de transparentar los resultados y dar credibilidad a una contienda tan cerrada legitimando así al ganador. Destaca el hecho de que la oposición no pidió el conteo de toda la votación, en cuyo caso se habría pedido el conteo llevado a cabo en todas las 130 mil casillas que fueron instaladas a lo largo y ancho del país para llevar a cabo las elecciones presidenciales, sino únicamente 50 mil casillas en las cuales había razones fundamentadas para suponer que los resultados mostrados no correspondían a la realidad arrojada por las encuestas estadísticas previas. Aun así, este reclamo de la oposición fue considerado por Felipe Calderón y su camarilla de allegados como un reclamo completamente inaceptable a lo cual se opusieron rotundamente desde un principio. Así lo confirmó en repetidas ocasiones Felipe Calderón ante los medios (por ejemplo, el 13 de julio del 2006).

Esta actitud tozuda del PAN a resistirse a transparentar los procesos electorales demuestra en forma contundente que el PAN de ahora no es ya el mismo que el PAN de hace una o dos décadas. Es otro PAN completamente diferente. Es un PAN que refleja no solo la descomposición moral de un partido cuyos integrantes le tomaron un gusto desmedido al poder, sino de un PAN cuyos estratos superiores han caído en manos de lo peor que puede ofrecer la política mexicana: la extrema derecha actuando en forma encubierta, a espaldas del resto de la población. Es quizá la metamorfosis más espectacular que se haya podido presenciar en los tiempos modernos. Para poder hacer una comparación justa, demos primero inicio a la lectura de un editorial publicado el 13 de julio del 2006 en el periódico norteño EL DIARIO, típico de muchos otros editoriales con opiniones similares publicados por los medios en estos días, en el cual podemos leer lo siguiente:

En 1946, el PAN interpuso ante la Corte una especie de recurso, similar al que hoy legalmente se intenta por el PRD y el Tribunal hizo en aquella época una recomendación al gobernador del estado de Guanajuato para que dejara sin efecto la elección en el municipio de León.

Ahora no sabemos por qué los blanquiazules se espantan por las impugnaciones hechas, si prácticamente ellos en el pasado las implementaron de manera radical.

Por otra parte quieren engañar a la población hablando de un equipo de transición, faltándole al respeto al Tribunal Electoral, como si su decisión ya no contara, e ignorando lo que manda la ley.

También acaban de sacar una propaganda de que lo que no se gana en las urnas no se gana en la calle.

Ignoran los "estrategas" del PAN que las manifestaciones son un derecho constitucional consignado en el artículo 9 de la Carta Magna, una garantía que tenemos los mexicanos para manifestarnos.

Nosotros los chihuahuenses somos testigos de que en 1986, se tomaron los puentes internacionales por los manifestantes del PAN y se atacaron las vías generales de comunicación y nadie fue consignado.

Entonces los antiguos demócratas panistas, que ahora tienen amnesia, hablaban de que era la lucha por la democracia y por los electores. Nadie fue consignado.

Hoy, sí hoy, el presidente Fox habla de los renegados sin acordarse de que él se puso unas orejotas frente al zócalo para protestar contra actos del entonces ejecutivo Carlos Salinas de Gortari y a muchos blanquiazules les causó un júbilo de adolescentes.

En la siguiente fotografía podemos ver al renegado de Vicente Fox, con las orejotas que se puso en señal de protesta a las que hace mención el artículo anterior:





Esto es hoy.

Vayámonos ahora atrás hacia el pasado, cuando el PAN entonces era otra cosa completamente diferente. Y veámos cómo los papeles terminaron invirtiéndose. Veámos cómo muchas de las denuncias que hace en el PRD en el 2006 suenan muy parecidas a las denuncias que en otros tiempos hiciera el PAN.

Veamos primero lo que dijo el afamado Manuel J. Clouthier "Maquío", según lo consigna un "Manifiesto a la Nación" por "el fraude electoral del 6 de julio" publicado en la revista del PAN "LA NACION" en su edición del 15 de julio al 1 de agosto de 1988. Veamos y comparemos con lo que estamos viendo hoy:

El grotesco triunfalismo del partido oficial y de su candidato es inversamente proporcional a la certidumbre de su derrota. El retardo de la Comisión Federal Electoral para difundir cifras preliminares de los resultados y la negativa del Secretario de Gobernación para dar a conocer las tendencias de la votación la misma noche de los comicios, son testimonio contundente del derrumbe histórico del PRI-gobierno.

Desde la noche del mismo miércoles 11 de julio, en diversas regiones del país se están suplantando y recomponiendo los paquetes electorales de las casillas, con el objeto de falsear los resultados originales de la votación.

Debemos impedir ese nuevo ultraje: convoco a todos los mexicanos para que a partir de este momento nos declaremos en resistencia civil y pacífica, denunciemos la injusticia electoral y rechacemos la imposición de autoridades ilegítimas. El candidato oficial no puede declararse triunfador -como abusivamente lo ha hecho, sin una sola prueba de su afirmación-, porque no obtuvo la mayoría de votos: por el contrario, él y su partido fueron colocados por la voluntad del pueblo en el tercer lugar de la votación.


Con el objeto de ser más específicos, abriremos tres casos en los cuales el PAN sin ningún rubor recurrió a acciones enérgicas de protesta que harían palidecer las movilizaciones a las que en el 2006 está convocando el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, movilizaciones perredistas que están siendo criticadas duramente hoy por el PAN como "actos criminales de provocación" e "incitación a la violencia":

  • Doctor Salvador Nava Martínez, San Luis Potosí, 1991
  • Francisco Barrio Terrazas, Chihuahua, 1986
  • Vicente Fox Quesada, Guanajuato, 1991

El primer caso le corresponde al Doctor Salvador Nava Martínez:





quien tuvo sus orígenes como un priista de reputación intachable (los reportes de que todos los priistas son corruptos están grandemente exagerados). El Doctor Nava tuvo una primera fase importante en su vida política, de 1958 a 1963, en lo que puede considerarse como la primera etapa del Navismo. Pero esta etapa no es la que nos interesa. Tras la primera etapa, vino una segunda etapa, en 1981, cuando en alianza estrecha el Partido Acción Nacional y el Partido Demócrata Mexicano PDM (un partido político nacional fundado por quienes antes integraron a la proscrita Unión Nacional Sinarquista, en un esfuerzo por revivir al Sinarquismo de antaño) lograron convencer al Doctor Nava que saliera de su retiro de 18 años, logrando como resultado la presidencia municipal de San Luis Potosí. Pero esta etapa tampoco nos interesa. La etapa en la que estamos interesados ocurrió en 1991 después de que se llevaron a cabo las elecciones por la Gubernatura del Estado en San Luis Potosí el 18 de agosto de 1991. En aquél año, la escasa popularidad del candidato priista a la Gubernatura, Fausto Zapata Loredo, alentó al Doctor Nava a competir por la Gubernatura, creándose para ello el frente opositor Coalición Democrática Potosina integrada por el PAN, el PDM y el PRD. Sí, hubo una época en la cual el PRD luchó junto al PAN y junto a los ex-Sinarquistas a favor de la democracia y en contra del fraude electoral. Esa era una época en la que el PAN no consideraba al PRD como un peligro para México, sino todo lo contrario, un buen aliado en la lucha por la transparencia en los procesos democráticos.

Al igual que en el proceso electoral para la Presidencia en el 2006, las elecciones de 1991 en San Luis Potosí estuvieron manchadas con suficientes irregularidades como para poner en tela de duda el triunfo de Fausto Zapata para la Gubernatura. Y mientras que Fausto Zapata se aferró a su dudoso triunfo -al igual que como hoy lo hace Felipe Calderón-, las protestas y las movilizaciones cundieron por todo el Estado fracturando la tranquilidad social. Con el PAN en dicho estado apoyándolo de manera decidida, el Doctor Nava desconoció por completo el triunfo de Fausto Zapata.

Las medidas de protesta y resistencia fueron tan variadas como el canto del himno nacional con las manos en alto con la "v" de la victoria, el "grito" paralelo del 16 de septiembre, el kilómetro de monedas para comprar un boleto de regreso a México a Fausto Zapata, el círculo de ratoneras para atrapar a la rata alrededor del palacio de gobierno, el cuidado del palacio de gobierno por mujeres para que nadie entrara a él, y la llegada de cientos de personas a querer declarar ante los citatorios amenazantes enviados por el Gobierno del Estado. El 28 de septiembre de 1991, el Doctor Salvador Nava Martínez, a sus 77 años de edad y ya para entonces enfermo de cáncer, al frente de la Coalición Democrática Potosina (CDP) -integrada por PRD-PAN-PDM y Frente Cívico Potosino- encabezó a pie la Marcha de la Dignidad hacia la Ciudad de México. La indignación nacional fue creciendo conforme la marcha avanzaba, y a los 14 días de caminata, el gobierno federal finalmente cedió ofreciendo la renuncia de Fausto Zapata y la designación de un gobernador interino para convocar a nuevas elecciones. De este modo, en 1991 en San Luis Potosí, el Presidente Carlos Salinas de Gortari -a quien muchos consideran ilegítimo de origen por haber sido el beneficiario de un colosal fraude electoral llevado a cabo con los recursos de la maquinaria del Estado- tras haber propugnado desde la Presidencia la candidatura de Fausto Zapata para Gobernador de San Luis Potosí, se vió forzado a ordenar la caída de este último tumbándolo dos semanas después de la impresionante marcha convocada por el Doctor Salvador Nava, aunque Salinas no fue tan lejos como para darle la Gubernatura al Doctor Nava ni como para presionar al PRI en San Luis Potosí a convocar a un segundo proceso electoral. Con el PAN en dicho estado apoyándolo de manera decidida, después de haber desconocido el triunfo de Fausto Zapata el Doctor Nava desconoció por completo a su subsituto -otro priista, Gonzalo Martínez Corbalá- desde antes que tomara posesión de su cargo. El Doctor Nava llegó al extremo de autoproclamarse -de nueva cuenta, con el apoyo decidido del PAN- como el Gobernador legítimo de San Luis Potosí con una toma de protesta simbólica en la Plaza de los Fundadores repleta el mismo día que Salinas le tomó la protesta a Fausto Zapata en un auditorio cerrado.

En aquél entonces, para el PAN estos líderes no eran renegados como hoy lo acusa el mismo Vicente Fox al hablar de la oposición, eran héroes. Quizá porque en aquél entonces el PAN no estaba infiltrado por la extrema derecha como lo está en la actualidad. Es muy posible que la enorme presión ejercida por los grupos sociales que apoyaban al Doctor Nava habría logrado sus propósitos de instalarlo en el poder, como ocurriría con Vicente Fox al lograr la Gubernatura de Guanajuato. Sin embargo, las aspiraciones políticas del Doctor Nava llegarían a su fin con su prematuro deceso el 18 de mayo de 1992, lo cual cerró este capítulo de protestas y movilizaciones sociales en San Luis.

El segundo caso, el caso de Francisco Barrio en Chihuahua, es notable por el hecho de que las medidas de protesta fueron mucho más enérgicas cayendo inclusive en actos de violencia como se muestra a continuación:





En la parte inferior de la primera plana de este -ya desaparecido- periódico EL FRONTERIZO publicado el 21 de noviembre de 1986, podemos leer lo siguiente bajo el encabezado "La Violencia Minuto a Minuto":

11:00 Hs.- El contingente de escolares, personal de bomberos, Tránsito y Patrullas Municipales, comienza a organizarse para efectuar su marcha de desfile, conmemorando el LXXVI aniversario de la Revolución Mexicana. En el estrado aún vacío situado frente al edificio que hace cuatro años ocupó las oficinas de la presidencia, las brigadas de organización de la presidencia municipal instalan sillas.

11:15 Hs.- Un gran número de simpatizantes del Partido Acción Nacional, portando pancartas, repartiendo boletines y organizándose para su marcha-mitin, se congregan en el local del PAN, en 16 de Septiembre y 5 de Mayo.

11:30 Hs.- El primer grupo del desfile, formado elementos de bomberos, patrullas municipales y tránsito, avanza entre el grupo de panistas, dándose por iniciada la festividad.

11:35 Hs.- Los jefes policiacos reciben un reporte por radio: Un grupo de simpatizantes panistas se incrustó en la columna atrás de la Banda de Música Municipal y la Escuela de Educación Vial.

11:40 Hs.- Los manifestantes de Acción Nacional, infiltrados avanzan portando banderolas y pancartas protestando contra el fraude electoral del pasado seis de julio y contra el actual gobierno estatal y municipal.


El resumen dado en la primera plana del periódico citado sobre lo que sucedió después dice lo siguiente:

En la jornada política más violenta de los últimos meses, por lo menos setenta personas resultaron lesionadas y veintinueve más fueron detenidas ayer durante choques entre policías y panistas que boicotearon el desfile conmemorativo de la Revolución Mexicana, causándose destrozos a una docena de comercios en el primer cuadro citadino.

Y ese mismo día, también en la ciudad de Chihuahua hubo un enfrentamiento similar, con un saldo de ocho lesionados, además de cinco vehículos que resintieron serios daños en su carrocería y en los cristales. Este desbordamiento de violencia fue la culminación de varios actos de protesta promovidos hace 20 años por los mismos panistas que hoy están llamando a los mexicanos a "no caer en provocaciones" al estar denunciando a los simpatizantes de López Obrador como "marxistas fascinerosos", "renegados" y "comunistas vendepatrias". Un resumen de algunos de los hechos ocurridos en ese año apareció publicada a primera plana en el periódico EL FRONTERIZO del sábado 26 de julio de 1986:

  • 1 de julio: HUELGAS DE HAMBRE. Empezada por Luis H. Alvarez (en Chihuahua), y Francisco Villareal y el Doctor Oropeza (en Ciudad Juárez).
  • 8 de julio: MANIFESTACIONES. Antes las oficinas de la Policía Judicial y algunos medios electrónicos.
  • 9 de julio: BLOQUEO. A estaciones de Grupo Radiofónico y la residencia particular de Jaime Bermúdez (Alcalde electo de Ciudad Juárez).
  • 11 de julio: MANIFESTACION. En la explanada de la Presidencia Municipal, con decenas de miles de asistentes.
  • 12 de julio: CARAVANAS. De autos por toda la ciudad, y de mujeres panistas, respectivamente.
  • 13 de julio: MANIFESTACION. En el monumento a Juárez.
  • 14 de julio: BLOQUEOS. De los puentes Santa Fe y Lerdo, un día después de haberse anunciado oficialmente el triunfo del PRI en las elecciones.
  • 15 de julio: MANIFESTACIONES. Con la tira de basura y huevos podridos a conocida joyería (propiedad del conocido priista Alfredo Urías Cantú).
  • 16 de julio: SOLICITUD. De anulación de comicios, hecha al Comité Electoral Estatal.
  • 17 de julio: BLOQUEO. De las carreteras Panamericana y Casas Grandes, en Juárez.
  • 20 de julio: PLEBISCITO (no oficial). Celebrado en Juárez.
  • 22 de julio: HUELGAS DE HAMBRE. De mujeres y jóvenes, por 48 horas.
  • 24 de julio: BLOQUEO. Del Puente Libre.

En el mismo periódico, en la parte trasera, aparece la siguiente nota:

MILLONARIAS PÉRDIDAS POR EL BLOQUEO DEL PAN

El Santa Fe y Zaragoza con Sobredemanda.

Cuánto le va a costar a la nación, a la industria maquiladora, a los exportadores nacionales, al fisco federal que dejará de recibir impuestos y al usuario, el bloqueo del puente de Córdova, no se puede precisar, pero cerca de 800 camiones de carga se han quedado varados de ambos lados de la frontera esperando circular, con las consabidas pérdidas.

Así se manifestó ayer el administrador de la aduana local, licenciado Ricardo Rosaldo Flores, quien dijo que el bloqueo y sus repercusiones económicas no se pueden determinar matemáticamente, "pero sí se puede decir que van a ser muchos millones de dólares, toda vez que el puente bloqueado es el tercero en importancia del país en cuanto a movimiento de importación y exportación".

"Lo que sucede es que los daños son tan cuantiosos que no se pueden determinar, pero lo que se puede decir como un hecho es que Ciudad Juárez y la nación está sufriendo un gran daño con el bloqueo panista del puente".

En comparación con las tácticas panistas adoptadas hace 20 años en defensa de la democracia y la limpieza de los procesos electorales con la ayuda de los incipientes Yunquistas que empezaban a infiltrar al PAN, los perredistas del 2006 se antojan como unos santos.

Estas convocatorias del PAN a la ciudadanía chihuahuense a participar en actos mutitudinarios de protesta en aquél 1986 empezaron de hecho con un primer boletín, titulado "Movimiento de Resistencia Civil, Boletín Informativo No. 1" que dice lo siguiente:

¡A LA RESISTENCIA CIVIL!

En las pasadas elecciones, hubo un fraude que la gran mayoría de nosotros vimos.

Los candidatos declarados ganadores no fueron elegidos por el pueblo, por lo tanto no podrán ser gobernantes legítimos.

Es necesario que entendamos que no estamos obligados a obedecerlos ni a colaborar con ellos. Más aún, no debemos hacerlo puesto que llevaríamos en nuestra conciencia el ser cómplices de una gran injusticia.

Por ello estamos preparándonos con una organización que le permita al pueblo mantener una postura digna en la que niegue todo apoyo posible a los usurpadores durante los próximos meses y años si es necesario.

A esta lucha que realizaremos todos los ciudadanos del Estado le estamos llamando el MOVIMIENTO DE RESISTENCIA CIVIL.

La RESISTENCIA CIVIL es una forma de lucha que incluirá todo tipo de acciones no violentas para oponernos a los usurpadores del poder.

Te reitero mi compromiso de seguir al frente de ésta que será la nueva revolución no violenta que, al igual que en 1910 modifique de fondo las estructuras políticas y sociales de México.

FRANCISCO J. BARRIO

COORDINADOR ESTATAL DEL MOVIMIENTO DE RESISTENCIA CIVIL


Al igual que como hoy lo hace el PRD en estas elecciones presidenciales del 2006 que el PAN-Gobierno califica como "las elecciones más transparentes de nuestra historia", el PAN en aquél entonces fue vitriólico en sus discursos en contra del PRI, como podemos verlo en el siguiente artículo elaborado por el conocido político panista Javier Corral Jurado





aparecido el viernes 25 de julio de 1986 en el periódico EL FRONTERIZO:

CALLATE CHE, QUE VOS TAMBIEN TENÉS TU HISTORIA

Hace ya una semana y cinco días que en los periódicos locales, apareció publicado a plana completa un desplegado del Sr. René Mascareñas Miranda en el que alude con halagos y muestras de admiración "el clima de paz y concordia, de respeto, madurez y conciencia ciudadana en que se efectuaron las elecciones más transparentes de nuestra historia"; lastimoso para unos, cinismo despiadado para otros es el significado de esta nueva intervención de Don René en la política de su partido.

Quizá desmemoriado por el paso del tiempo, don René no se acuerda que su arribo al poder Municipal en 1956 no fue muy claro que digamos, pues testimonios escritos existen de su complicidad y acuerdo con el fraude electoral de aquella época, que si bien es cierto no tan tecnificado y burdo como el actual, si igualmente criminal de la aspiración democrática del fronterizo.

En su larga trayectoria como priista comprometido con el sistema, usted tiene una mancha, que no le permite opinar ahora sobre limpieza electoral y actitud de madurez cívica, mucho menos posee usted autoridad moral para calificar las protestas del pueblo como "Intereses bastardos y negativos", el paralelo político electoral 1956-1986 lo desmiente.

Pero hasta ahora, podría usted todavía no recordar, repito, han pasado treinta años del fraude cometido en su nombre, que justificado por el deterioro moral que sufren los hombres con el paso del tiempo, puede estar padeciendo de amnesia: pero le voy a ayudar a recordar.

Aclaro antes, que me valgo de testimonios de protagonistas de los hechos de escritos que aún conservan y de los periódicos de la fecha, además de una interesante plática que sostuve días posteriores a su desplegado con la vieja guardia panista:

En 1956 usted se enfrentó con un egrario panista, digno abanderado de Acción Nacional en las mejores causas de México: Don Alfonso Arronte Domínguez. En aquella época -y no obstante la amistad que llevaba con Arronte usted tuvo una campaña similar a la de (Jaime) Bermúdez (Cuarón), apabullante de propaganda, de promesas, de amenazas y mentiras, pero también igual a la de Bermúdez adversa a usted y a su partido; fue entonces cuando la estrategia oficial, tradicional sin lugar a dudas, decidió robar el voto a los juarenses mediante el fraude electoral.

Por favor Don René: Callate Che que Vos también tenés tu historia.


Y si el PRD hiciera en el 2006 lo mismo que lo que hizo el PAN en Chihuahua hace 20 años, entonces estaría obligado a pedirle al Tribunal Federal Electoral la anulación total de las elecciones presidenciales del 2006. Esto se puede inferir de lo que dice la primera plana del periódico DIARIO DE JUAREZ del 2 de agosto de 1986 (año XI, No. 2925):

ANULACION TOTAL DE ELECCIONES EN EL ESTADO, DEMANDA EL PAN

Demanda panista de anulación total de elecciones en la entidad, invalidación en uno y en tres municipios por el PSUM (Partido Socialista Unificado de México) y el PST (Partido Socialista de los Trabajadores), respectivamente, así como el señalamiento de la Iniciativa Privada en el sentido de que los diputados deberán analizar rigurosamente las irregularidades del proceso comicial "para que --el fallo-- satisfaga y convenza a los miles de chihuahuenses que fueron testigos de fraude electoral", fueron las reacciones inmediatas ayer luego de la instalación del Colegio Electoral.

Mientras tanto, todos los partidos políticos podrán presentar desde hoy ante las comisiones diputacionales respectivas, las pruebas documentales que avalen, en su caso, los reclamos de nulidad de elecciones para alcalde o gobernador.

Unicamente el Partido Acción Nacional pidió la anulación total de las elecciones en el Estado de Chihuahua.


El tercer caso involucra a Vicente Fox, pero esto ocurrió cuando fue candidato a la Gubernatura del estado de Guanajuato en 1991. Las movilizaciones y los actos de protesta convocados por Vicente Fox tras el fraude electoral cometido en contra suya -del cual fue beneficiario el candidato priista Ramón Aguirre Velázquez- fueron equiparables a los que se cometieron en Chihuahua en 1986. En las palabras del propio Vicente Fox:

Iniciamos una marcha de 60 kilómetros a la ciudad de Guanajuato, la que llamamos "La Caminata por la Democracia", para exigir al Tribunal Estatal Electoral la anulación de, por lo menos, 700 casillas. Como parte de las acciones de resistencia civil, tomamos carreteras, el aeropuerto internacional, cercamos a la ciudad de Guanajuato; plazas como las de León, Celaya, Irapuato o Dolores, rebosaban ciudadanos, lo mismo, amas de casa que estudiantes y ancianos, que denunciaban el fraude electoral.


Estas acciones de protesta amenazaron con llevar a Guanajuato a un grado tal de ingobernabilidad que el Presidente Carlos Salinas de Gortari se vió nuevamente en la necesidad de remover al Gobernador electo, entregándole la Gubernatura en charola de plata a un conocido panista escogido por el mismo PAN, Carlos Medina Plascencia:





Era eso, o colapsar al país en la anarquía que Vicente Fox amenazaba con extender a todo México si no se anulaba lo que él llamó "el gran fraude electoral de 1991". De hecho, como lo documenta la revista PROCESO en dos artículos, el primero titulado "Medina Plascencia revela el pacto PAN-Salinas: Los Entretelones de la 'Concertacesión' de 1991" (revista PROCESO número 1299, domingo 23 de Septiembre del 2001, página 14) y el segundo titulado "Concertacesión oscura y vergonzosa" (revista PROCESO número 1300, domingo 30 de Septiembre del 2001, página 51), la instalación de Medina Plascencia entregándole a fin de cuentas tan importante estado al PAN fue el resultado final no de un proceso democrático limpio y transparente sino el resultado de lo que comenzó a llamarse desde aquél entonces como concertacesión (negociaciones en lo obscurito), la primera de muchas otras que se estarían llevando a cabo.

Contra lo que pudiera creerse, la proclividad del PAN a recurrir a actos extremos de protesta cuando algún proceso electoral no le es favorable dista mucho de haber quedado atrás en el pasado remoto. Ejemplo de ello es el fracturado proceso para la alcaldía de Atitalaquia, en el estado de Hidalgo. Allí, también como en las elecciones presidenciales del 2006, el PAN "ganó" en las elecciones celebradas el 13 de noviembre del 2005 por un margen mínimo de 29 votos en un proceso que tuvo suficientes irregularidades para que, a petición del PRI, el Tribunal Federal Electoral anulara 138 votos ilegítimos del PAN, lo que revirtió el triunfo del PAN declarándose ganador al priísta el 6 de enero del 2006 por diferencia también de 29 votos. En cuanto trató de tomar posesión de su cargo el Alcalde electo legítimamente por la ciudadanía, los panistas le impidieron tomar posesión de sus oficinas. La cosa llegó a tal grado que en un momento dado los panistas saquearon y destruyeron lo que había dentro del edificio. Y de todo esto nunca tuvo absolutamente nada que decir el líder nacional del PAN Manuel Espino, quizá porque ya desde entonces tuviera contemplado hacer exactamente lo mismo en todo México en caso de que el candidato presidencial del PAN Felipe Calderón perdiera las elecciones pese a todas las irregularidades con las que fue favorecido. Entendiblemente, Felipe Calderón se abstuvo cuidadosamente de visitar el municipio de Atitalaquia en el curso de su campaña, absteniéndose en todo momento de emitir una condena o siquiera una reprobación por los hechos que se estaban generando en esa región de México en donde los panistas se negaron rotundamente a reconocer su derrota y a reconocer la autoridad del Tribunal Federal Electoral. ¿Pues que acaso no los mismos panistas habían pedido la creación de un Tribunal Electoral al que se pudiese recurrir como última instancia legal para resolver la legitimidad de una elección, un derecho que en el 2006 le quieren negar a Andrés Manuel López Obrador?

Los sucesos de Atilalaquia demostraron que el PAN del 2006 al mismo tiempo que repudia duramente a quienes tratan de impugnar legalmente una elección presidencial plagada de irregularidades está dispuesto a mirar comodinamente hacia el otro lado cuando los mismos panistas desafían una decisión jurídica que les haya sido adversa, porque la lucha actual del PAN ya no es una lucha por ideales y principios, ya no es una lucha por la democracia y en contra del fraude electoral; es una lucha por el poder mismo aplastando a cualquiera que trate de arrebatárselos.

El proceso de descomposición moral en que empezó a entrar el PAN a principios de la década de los noventas provocó un cisma interno que culminó el miércoles 7 de Octubre de 1992 con la salida definitiva de prominentes panistas como Jesús González Schmall, el maestro Bernardo Bátiz, e inclusive el mismo Pablo Emilio Madero, quien dijo: "Ahora vemos que el PAN ha entrado en una etapa de pragmatismo, de simbiosis con el sistema y de prácticas contrarias al espíritu de los fundadores y contrarias a las motivaciones que han atraído y convencido a miles de militantes por muchos años. Esto nos impide mantenernos en su seno, nos obliga a explicar públicamente las razones por las que decidimos deslindarnos de la línea que sigue la directiva nacional del PAN y expresar el por qué de este paso para nosotros difícilo y doloroso, dada nuestra larga militancia panista". Veamos lo que nos tiene que decir Jesús González Schmall, quien debe saber muy bien de lo que está hablando, en relación a la actitud adoptada por el PAN con motivo de los reclamos hechos por el PRD en las elecciones presidenciales del 2006, en un artículo publicado el 15 de julio del 2006 en varios medios de comunicación:

La batalla decisiva por décadas para arrancarle al gobierno la preparación, realización y calificación de las elecciones, fue precisamente la insistencia incansable del Partido Acción Nacional para abrir los paquetes electorales en la verificación de los resultados. Con base en esa vieja práctica electoral se introducían en la urna las boletas planchadas cruzadas por la misma mano a favor del partido en el gobierno. También se descubría en otras, que se había vaciado el padrón y hasta los muertos votaban. En muchas más se anulaban las tachadas por el partido de oposición porque la equis desbordaba unos milímetros el cuadro. Así, decenas, cientos y miles de irregularidades que se denunciaban y pocos medios de información recogían las demandas; la mayoría las consideraban quejas infundadas y repetidas que ya no interesaban a nadie.

El gobierno y su partido (PRI) repetían que eran las eternas reclamaciones de los perdedores. Señalaban que se trataba de las "plañideras" de siempre y para tomarlas en cuenta debían de probarse las irregularidades porque, de otra suerte, se estaba provocando inútilmente el enojo de la ciudadanía. El tiempo tuvo que pasar y casi, en forma idéntica, ello sucedía en cualquier elección más o menos competida.

Entonces, también había representantes de partido en las casillas que, sólo en casos excepcionales, se negaban a firmar las actas porque las maniobras se hacían con cierta técnica para que pasaran inadvertidas y, en los casos en los que se detectaba la ausencia de representantes de los partidos de oposición (que eran la mayoría de las casillas porque no era fácil que un ciudadano aceptara participar por el esfuerzo y no pocas veces el riesgo, que implicaba esta tarea sobre todo en zonas apartadas), entonces se despachaban con la cuchara grande con votaciones zapato (todas sin excepción por el mismo partido).

No fue sino hasta que organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil sin partido, asumió la responsabilidad de emplazar al gobierno a hacer elecciones limpias y a dejar de jugar con los partidos verdaderamente de oposición, exigiéndoles prácticamente una defensa imposible contra todos los recursos oficiales empeñados en asegurar el triunfo del tricolor. Fue esto lo que cambió el equilibrio de la situación y se rompió la simbiosis gobierno-partido, erigiéndose la ciudadanización de los órganos electorales que registraban al elector, organizaban las elecciones y preparaban la información para que el Poder Judicial de la Federación, a través de un tribunal de la materia, declarara con legitimación al candidato triunfador.

El costosísimo sistema electoral mexicano funcionó al extremo de que, por primera vez, después de siete décadas, triunfó un candidato presidencial de un partido de oposición. Precisamente el del PAN que, desde su fundación, recogió la bandera de la Revolución para exigir el sufragio efectivo como premisa fundamental de la democracia.

No obstante, el Instituto Federal Electoral (IFE) fue fácilmente vulnerado. El caso Amigos de Fox y Pemexgate acabaron en modestas multas cuando, por lo menos, procedía la cancelación o la suspensión de los partidos infractores porque incurrieron en las causales al recibir dinero de sociedades mercantiles del extranjero, y de entidades del sector público que específicamente está prohibido. Esta condescendencia del IFE marcó su futuro; salieron los vocales que habían luchado con denuedo para aplicar la ley y fueron sustituidos por nuevos vocales quienes, en nueva concertacesión del PRI y del PAN acordaron consolidar lo que hoy es la ya muy clara fusión de ambos partidos, con la ayuda de Elba Esther Gordillo, mentora de Felipe Calderón.

Con ese IFE ya débil y desprestigiado, se enfrentaron las nuevas elecciones del 2006 en las que se recicla la práctica de manejo del instituto desde el poder y se introduce la forma más sofisticada de hacer fraudes con los números y a través de la interceptación a la red para su milimétrica programación hacia un resultado de ventaja que no puede ser amplia porque será poco creíble pero que es la suficiente para tratar de arrinconar al adversario que pide abrir los paquetes electorales, recetándole las diatribas que antaño recibía el PAN de manos de su ahora socio el Revolucionario Institucional.


El PAN de hoy que se opone a la transparencia de los procesos electorales, el PAN de hoy que se niega a que se lleve a cabo un nuevo recuento de la votación, el PAN de hoy que califica como "renegados" a quienes luchan por certificar la limpieza los procesos democráticos, es un PAN completamente diferente al PAN fundado por Manuel Gómez Morín. Esta transformación de fondo experimentada por el PAN no se dió de la nada por sí sola. Tiene un origen. Tiene una causa. Es la resultante final de un proceso paulatino de infiltración llevado a cabo por la ultraderecha mexicana para apoderarse del PAN. Y la infiltración de la cual fue víctima el PAN no es algo que haya sido descubierto recientemente. Es algo que ya se sabía que estaba ocurriendo desde hace tiempo. Es algo que ya se veía venir. A manera de ejemplo, citaremos lo que dice Manú Dornbierer en las páginas 42 y 43 de su libro "El PRInosaurio: La bestia política mexicana", publicado en 1994:

Al final de las discusiones destinadas a encontrar una opción política en la que los empresarios pudieran dar la cara al gobierno, decidieron unirse a Acción Nacional, pues ya llevaban en su haber un intento frustrado de registrar al DHIAC (Desarrollo Humano Integral, Acción Cívica), organismo de ejecutivos, cuyos principales dirigentes eran herederos del Movimiento Universitario de Renovadora Orientación, el famoso y ultraderechista MURO de los años sesenta. Unirse a Acción Nacional significaba para los empresarios poder participar inmediatamente en política, aprovechando un partido ya constituído y con prestigio. No era cuestión de empezar desde el principio. ¡Y ya se les quemaban las habas!

¿Y los jefes panistas, los supuestos tiburones políticos de la oposición, no se dieron cabal cuenta de que el PAN le estaba siendo literalmente sustraído de las manos por los empresarios? No, para su desgracia: 1. Porque "los invasores" entraron a través de los comités regionales y estatales, como se dijo. 2. Porque el presidente del PAN Pablo Emilio Madero, alto empleado del grupo Vitro de Monterrey (familia Garza Sada), los conocía en el ámbito de los negocios y, por ende, los veía con buenos ojos y nula suspicacia. Además, sus padres o ellos mismos habían tenido en alguna ocasión lazos con el PAN. ¿Cuál era el problema? La directiva no tenía en esos momentos la menor sospecha de una auténtica conspiración empresarial que culminaría con la candidatura a la presidencia de la República de Maquío y, y finalmente, con el sometimiento de Acción Nacional a Carlos Salinas de Gortari.

Las fuerzas se estaban moviendo y al PAN habían llegado muchos nuevos, pero, como decíamos, el jerarca Pablo Emilio Madero se preciaba de conocer a las novedosas huestes. Grande y desagradable fue su sorpresa en la asamblea del 20 de noviembre de 1987, convocada para elegir al candidato de Acción Nacional a la presidencia de la República, al sentirse entre extraños, que le faltaban al respeto. Era en aquel momento jefe del comité estatal del PAN en Nuevo León, ya que el "huelgista" Luis H. Alvarez le había ganado la presidencia del partido a principios del año.

Más de 50 jóvenes "panistas", traídos por quién sabe quién del propio Nuevo León, lo trataron a gritos de "ruco". También de Puebla llegaron los "fuas", representantes del Frente Universitario Anticomunista y otros de la AU (Acción Universitaria), gente que se podría clasificar de "porros". No faltaron, claro, las fans de Clouthier, unas güeritas apasionadas que se autollamaban "ángeles azules" y con el tiempo se convertirían en las agresivas y de hecho fanáticas "viudas de Maquío".

El viejo PAN, el verdadero PAN, entraba en el ocaso, tomado por gente extraña y convenenciera. Por fin, los auténticos panistas empezaron a abrir los ojos, como se vería con el tiempo, demasiado tarde, y cuando se le pregunta a algún genuino político panista, hoy en el Foro Democrático, ¿que pasó?, puede contestar simplemente: "nos engañaron, nos tomaron el pelo". De hecho, el Partido Conservador, el contrincante sincero del PRI, se estaba deshaciendo, desintegrando en los altos niveles, para convertirse en otra cosa. Otra gente, con intereses diferentes, lo utilizaba ya para lograr sus propios fines. El una vez íntegro partido de Gómez Morín, ante el acoso de los empresarios y de la quinta columna del PRI, los neopanistas, desaparecía; pero los vivales le conservaron a como dio lugar la faz: se tratataba no de perder más de 50 años de un prestigiado partido de oposición, sino de ... ¡robarlo! Los panistas, los que a lo largo de décadas habían trabajado arduamente para Acción Nacional, se encontraron desarmados, sin rumbo, y cometieron muchos errores con su afán "de ir con los tiempos" y de no mostrar públicamente su escisión interna, hasta que se agruparon dentro de un "foro doctrinario y democrático" que pretendió larga y tesoneramente, desde adentro, recuperar al partido sin lograrlo, hasta que finalmente lo abandonarían para crear otro organismo político.


El hijo del Doctor Nava, Salvador Nava Calvillo, al darse cuenta del monstruo en el que el PAN se había convertido, terminó desligándose por completo del PAN, optando mejor por pasarse al PRD convirtiéndose en el dirigente de dicho partido en el estado de San Luis Potosí. Por su parte, las dos hijas de Manuel J. Clouthier "Maquío" también abandonaron al PAN al ver en lo que se había convertido tras la extensa infiltración del Yunque y al darse cuenta de que el PAN ya no volvería nunca más a ser lo que alguna vez fué. Tatiana Clouthier Carrillo, renunció decepcionada al PAN tras una militancia de 15 años, denunciando que el PAN se había convertido en una mala copia del PRI, tras lo cual la siguió su propia hermana Rebeca denunciando haber recibido amenazas. Otros, como Javier Corral Jurado y Germán Martínez Cázares, optaron al final por doblar la rodilla, viendo por sus propios intereses personales pasándose al "lado obscuro de la fuerza", pese a que ambos estaban al tanto de la penetración con la cual la Organización Nacional del Yunque se había apoderado de la estructura esencial del partido (Javier Corral estuvo presente la noche del jueves 7 de agosto del 2003 en el Instituto Cultural Domecq durante la presentación del libro "El Yunque: La ultraderecha en el poder" de Álvaro Delgado en donde dijo "es una investigación que otros reporteros habían dejado de lado, aunque ya algo habían adelantado al respecto 'Proceso' y 'Reforma', y a pesar de algunas imprecisiones, centralmente es cierto; el libro de Álvaro Delgado es lo más cercano que se ha escrito sobre esa organización que 'existió' ", mientras que el mismo Germán Martínez advirtió el 20 de enero del 2005 sobre una peligrosa derechización de su partido), ejemplificando la desmedida ambición que llevó a muchos alemanes a aliarse a los Nazis más por cuestiones de conveniencia propia que por fanatismo genuino hacia las ideologías el Nazismo. Después de todo, ¿no les puso el ejemplo el mismo Felipe Calderón al aliarse con el Yunquista de línea dura Manuel Espino, quien le levantó la mano como señal del "triunfo" producto de la guerra sucia desatada por ambos en contra de Andrés Manuel López Obrador? Podemos ver a continuación al ultraderechista Manuel Espino levantando la mano de Felipe Calderón usando para ello, irónicamente, su mano derecha:





Y mientras el Yunque consolidaba un dudoso "triunfo" en la contienda presidencial con un margen mínimo de ventaja tras haber recurrido a numerosas irregularidades para apuntalar a Felipe Calderón, afuera en las calles cundían las protestas en contra de lo que muchos mexicanos percibían ya como una nueva versión sofisticada del viejo fraude electoral que en otros tiempos tanto combatiera y tanto denunciara el PAN cuando aún no llegaba a la silla presidencial, cuando aún no había tenido la oportunidad de convertirse en victimario:





La fecha histórica en la cual puede decirse que el PAN consumó irreversiblemente su metamorfosis es el jueves 10 de agosto del 2006, día en el cual el PAN guiado por la ultraderecha Yunquista que se apoderó de él forjó una alianza abierta con su antiguo archi-rival el PRI para apoyar decididamente la candidatura del candidato priista a la Gubernatura del Estado de Chiapas, José Antonio Aguilar Bodegas:





presumiblemente a cambio de obtener del PRI el apoyo necesario para "legitimar" el apretado y dudoso margen de victoria necesario para imponer al candidato presidencial de la ultraderecha Felipe Calderón por seis años en el poder. En este pacto en lo obscurito el líder nacional del PAN y neofascista de línea dura Manuel Espino personalmente estuvo procurando apoyos económicos entre gobernadores priistas y panistas para el candidato del PRI y así cumplir con su parte en esta inédita concertacesión, corona de las otras concertacesiones que le precedieron.

¿Y en dónde quedaron los millones de virulentos discursos de los panistas de viejo cuño en contra del PRI? ¿En dónde quedó esa lucha contra la hegemonía del PRI de un PAN cuyo fundador Manuel Gómez Morín llamó "brega de eternidades"? ¿En dónde quedaron todas sus convicciones? ¿En dónde quedó aquella "pureza ideológica" de la que tanto presumían los panistas cuando aún no habían sido contaminados ni por la infiltración de El Yunque ni por el goce del poder? ¿En el canasto de la basura?

Las elecciones en Chiapas del 20 de agosto del 2006 terminaron siendo un fiel reflejo de lo que estaba ocurriendo a nivel nacional en las elecciones presidenciales, con dos diferencias importantes: en este caso el presunto triunfador fué el izquierdista Juan Sabines Guerrero:





por un apretado margen... ¡inferior a los tres mil votos! (de acuerdo a las cifras del Programa de Resultados Preliminares PREP); y, más importante, el candidato perredista poniéndole el ejemplo al candidato presidencial panista anunció al día siguiente de los comicios que estaba completamente dispuesto a la apertura de las casillas pese a que su margen de ventaja porcentual era tres veces menor al supuesto margen de ventaja de Felipe Calderón sobre Andrés Manuel López Obrador (0.22% contra 0.65%). Y en respuesta a esta caballerosidad, el PRI de Chiapas respaldado plenamente por los asesores Yunquistas incrustados dentro del PAN anunció que iría a los tribunales con el fin de revertir los resultados de los comicios. De este modo, mientras que por un lado López Obrador era criminalizado y crucificado a través de los medios visuales y radiofónicos de comunicación al pleno servicio del PAN-Gobierno por el imperdonable atrevimiento de haber ido a los tribunales para pedir un recuento de votos, en el caso de Chiapas sus detractores se alistaron para hacer exactamente esto mismo que no le podían perdonar a López Obrador: recurrir a los tribunales para dirimir conflictos electorales. ¿Se puede pedir mejor ejemplo que éste de la doble moral, del doble discurso, de la doble cara, de la hipocresía que caracteriza a los "salvadores" de México? Al establecerse el pactum turpe -pacto innoble- entre el PAN-Gobierno y el incorregible PRI chiapaneco, no le importó a esta mancuerna llevar a cabo tan arriesgada maniobra precisamente en el mismo Estado en donde estalló un levantamiento armado el primero de Enero de 1994 en contra del gobierno del Presidente priista Carlos Salinas de Gortari, el mismo Estado en donde nació el Frente Zapatista de Liberación Nacional (el cual detesta tanto a Los Tecos de la Autónoma de Guadalajara y a El Yunque como ellos lo aborrecen a él), el mismo Estado en donde el demagogo Vicente Fox como candidato presidencial prometió que resolvería el conflicto de Chiapas "en quince minutos" (¿?), el mismo Estado en donde a fin de cuentas muchos chiapanecos comprendiendo lo que estaba en juego lograron impedir por escaso margen que el PRIAN pudiese llegar a la Gubernatura en dicho Estado, sin hacer caso a las amenazas del neofascista de línea dura Manuel Espino de que Chiapas pagaría muy caro las consecuencias de votar por un candidato de la izquierda con un recorte severo en la participación del presupuesto federal por los próximos seis años.

El PRI de Chiapas, por su parte, al aceptar gustoso la plena colaboración del Yunquismo panista, le quitó tal vez su última oportunidad histórica al PRI de todo México de demostrar que podía servir como contrapeso a un partido de derecha mucho más radicalizado y mucho más mañoso que lo que pudo haber sido el mismo PRI en otros tiempos. Esto lo podemos ver más claramente en un editorial del conocido articulista Guillermo García Oropeza publicado en la revista Siempre! correspondiente a la edición del 20 de agosto del 2006 bajo el título "Partido Empleado. Qué vergüenza.":

El PRI tiene una curiosa biografía. Nacido de una revolución triunfante que se había consolidado y era presidida por un caudillo poderoso; el partido, que tuvo varios nombres, había nacido como un júnior, para ganar. Se impuso en la política nacional y apenas sí tuvo oposición. Cierto es que el PAN actuó como esa oposición por muchos años, pero se trataba casi de una fuerza simbólica que más que tener una vocación de victoria se conformaba con ser un contrapeso moral al PRI-gobierno, o como lo decía elegantemene aquel intelectual fundador del PAN que fue don Efraín González Luna, empeñarse "en una brega de eternidad". Algo muy bonito y muy católico, pero, ciertamente, poco efectivo políticamente.

Cierto es que el PRI fue dando muestras de envejecimiento y, sobre todo, de ambigüedad, ¿o en qué país racional podría existir un partido que fuera al mismo tiempo "revolucionario" e "institucional"? Porque se trataba, en rigor, de una contradicción lógica. Y el PRI escogió lo institucional y fue olvidando lo revolucionario.

¿Quién fue, en realidad, el último presidente revolucionario? Quizá Lázaro Cárdenas, a no ser que tomemos en serio la puntada del frívolo López Portillo, cuando dijo que él era "el último presidente de la Revolución".

"Seguramente que no lo fueron ninguno de los que siguieron todos los que se sentían incómodos con eso de lo revolucionario, sobre todo si los comparamos con otros líderes latinoamericanos que en esencia o estilo han sido espectacularmente revolucionarios, desde Fidel y Allende hasta el pintoresco Evo, de Bolivia, o Chávez, de Venezuela.

Y las concesiones que el PRI hacía al PAN fueron creciendo. Se fueron entendiendo. Porque lo que siempre preocupó al PRI no era la derecha, sino siempre la izquierda. Contra la cual se hizo la famosa guerra sucia.

En cambio con el PAN la relación era si no cordial sí seguramente efectiva. Tomemos el caso del 88 cuando el fraude electoral recibió del PAN una verdadera complicidad. Hay, simplemente, que recordar al Jefe Diego validando la gran maniobra salinista y negándose a cualquier apertura de paquetes electorales. Después Diego recibiría su pago en privilegios y prebendas. Buenos amigos los tricolores y los albiazules.

Pero nada, en el pasado, se acerca a la abyecta entrega que el PRI ha hecho a la derecha en el poder como la que vemos cada día que pasa. Es como si el arrogante PRI, dueño del negocio, hubiera descendido al nivel no de socio sino de empleado -o de algo peor, mucho peor. Qué vergüenza.

En el 2006 México presenció la consolidación final de un partido político al servicio de los intereses de la ultraderecha mexicana, con todas las intenciones de eternizarse en el poder como lo hiciera antes el PRI recurriendo a mañas inclusive más refinadas, presentándose intolerantemente como la única opción posible y sensata para gobernar a México.

No olvidemos que le llevó siete décadas a México el poder sacar al PRI de Los Pinos. Pero no sin antes de que se derramara la sangre de mucha gente inocente.

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Documentos consultados:

(1) "Abriendo veredas. Las iniciativas sociales de las redes de organizaciones civiles de promoción del desarrollo", Dr. Rafael Reygadas Robles Gil, 5 de enero de 2006, México.

(2) "El PRInosaurio: La bestia política mexicana", Manú Dornbierer, Editorial Grijalbo, 1994, México.